El biólogo Jaime González Acosta que durante años enseñó a sus alumnos a bordo de una lancha en Sierpe
Volver al sur para oírse, para ser agua otra vez…
Esa frase sale del hijo de un zapatero humilde de Heredia, que solo quiso estudiar los misterios de la vida. Se llama Jaime González Acosta, biológo aunque no del todo, un hombre fantástico que durante 30 años enseñó a los niños qué era la naturaleza, montados en una lancha por los canales de Sierpe, por ese universo mágicos del sur, frente al Pacífico.
Es maravilloso escucharlo cuando narra su pobreza y la de su familia, y de esa frase que su papá le soltó un día:
-Hijo, lo único que le puedo dejar como herencia es la educación.
Su mayor tesoro.
Escuche entrevista con este personaje en Palmar Sur. Nos regala su poesía para cerrar:
