YA NO HAY TIEMPO PARA COCINARLOS…
La velocidad de la vida de hoy le está pasando factura al frijol. El mismo con el que crecieron los costarricenses, que complementa el pinto diario…
El mismo con el que se desarrolló un buen hábito alimenticio del tico.
La razón es que cocinarlos está afectando las tareas cotidianas, según explicó José Francisco Araya, frijoles Don Pedro, en entrevista con La Mañana de Vida FM.
ESCUCHE ENTREVISTA CON JOSE FRANCISCO ARAYA
Costa Rica, a propósito, fue escenario recientemente de la conferencia Año Internacional de las Legumbres 2016, un año de concientización sobre las propiedades de este alimento.
El impacto inicial es la obesidad y el cáncer de colon y estómago, que el frijol ayuda a controlar, según Araya.
El consumo entre los ticos descendió al punto que en el pinto, que antes era uno a uno con el arroz, hoy esa relación es de cinco de arroz por una de frijol.
Hace 45 años, un costarricense consumía en promedio 57 gramos (cuatro cucharadas) de frijoles al día, mientras que ahora se comen 29 gramos (2,5 cucharadas) en el mismo período.
El descenso en el consumo del grano es más evidente en zonas urbanas.
“Cualquier tipo de frijol tiene propiedades nutricionales que previenen la formación de varias enfermedades; protegen al corazón de infartos, bajan el riesgo de cáncer de colon, de hipertensión y de diabetes. Si se baja su consumo, el riesgo de tener estas enfermedades es mucho mayor”, advirtió en La Nación Maricruz Ramírez, nutricionista de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Un estudio hecho en 2.000 ticos por la nacional Hannia Campos, investigadora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, destacó la relación entre la merma en el consumo de frijoles y los males cardiovasculares.
Quienes menos consumen frijoles son las mujeres de zonas urbanas, que comen este alimento solo entre e dos y tres veces por semana.