EL PARAÍSO QUE VOLVERÁ A SER…
Homenaje a un paraíso que conocimos. También, y en consecuencia, a una gente que nos hicieron parte de la familia y sembraron abrazos en nuestra memoria.
Un homenaje a un país que hasta el momento hemos recorrido y que hoy pasa el trago más amargo de su historia, bajo el agua, bajo la dureza desalmada de una naturaleza a a veces nos alegra la mañana con un amanecer de ensueño, y también nos hace llorar con un latigazo de tormenta.
Apenas hemos comenzado recorrido por Los Santos, ya terminamos las crónicas de la zona sur y ya habíamos compartido los testimonios y paisajes de Guanacaste. Las tres regiones nos tienen con una daga atravesada en el corazón…
Cuando vemos una montaña trepada sobre una carretera o una casa o una escuela. O un río que nos arrancó suspiro, elegante, transparente, orgullos de sí mismo sobre piedras redondas. Después verlos arrastrando con sus corrientes todo lo que encuentra a su paso, sepultando a quienes lo han admirado y chineado, todo eso, y más por eso, nos atraviesa el alma con una daga.
Nos ha conmocionado, con suspiros incluidos, ver gente sin sus techos, con el agua hasta la cintura.Nos arranca la piel del alma, y es ahí cuando dan ganas de volver y regresarles al abrazo que nos dieron en la despedida. Y esa promesa que nos regalamos de volver…
Volver para preguntarles qué necesitan…
El proyecto DE FRONTERA A FRONTERA, COSTA RICA EN POSITIVO, nos ha llevado a pueblos, paisajes, y familias que tienen una misma identidad, una misma cubierta de bondad que los hace indelebles. Pues ahora más que nunca podremos borrar que un día estuvimos en sus paraísos. Con la seguridades de que lo volverán a ser…como éste que recordamos de Guanacaste.
Este de Los Santos…